50 consejos útiles para viajar a Irán

e recopilado a través de las notas que pude tomar, una lista de 50 consejos útiles para viajar a Irán, con los cuales tratar de dejar más claras las cosas a los futuros viajeros que piensen ir a Persia y necesiten ayuda.

Tópicos falsos sobre Irán, códigos de vestimenta, dónde sacar dinero, comida, compras, regateo, horarios, vacunas y seguros necesarios, y un sinfín de temas que conviene tener en cuenta antes de abordar un viaje al país del Eje del bien. Porque estar informado nunca sobra a la hora de viajar, y menos a la legendaria Persia, allá va esta pila de consejos prácticos.
¡FUERA PREJUICIOS!

– Lo primero que debemos hacer es quitarnos la venda de los prejuicios que, en ocasiones, nos tapa los ojos. Es cierto que hay muchas noticias negativas en torno a Irán en los medios de comunicación, pero se dirigen sólo a este país cuando algo malo sucede o se levantan polvaredas con objeto de la penosa relación persa con países como Estados Unidos o Israel. la gente de la calle que es realmente amable y hospitalaria con el extranjero que les visita (y un porcentaje elevadísimo en desacuerdo con el régimen actual).

Niños en una calle de Shiraz

– Dejarse los miedos en casa porque Irán es un país tan seguro que puedes ir caminando en solitario a cualquier parte, incluso de noche. Los niveles de delincuencia son bastante menores a las estadísticas de criminalidad y robos en Europa o América. Es muy fácil sentirse seguro, algo de lo que uno se da cuenta prácticamente en las primeras horas de viaje. El único miedo que debemos tener es a cruzar la calle o al tráfico caótico. Y con el tiempo dichos temores también se superan.

Passport control

– Hacerse con el visado de Irán con suficiente antelación, pues es tan engorroso que se han dado casos de no haber llegado a estamparse a tiempo en el pasaporte con billetes de avión ya comprados. La burocracia (y las malas prácticas en las Embajadas) es tal que no hay que descartar hacerse con el visado incluso antes que con los tickets aéreos. Nos dan un período de entrada y una serie de días para estar dentro del país. Yo traté de hacer las gestiones del visado en Madrid con Viajes Persépolis y mi experiencia con ellos fue costosa.

Es imprescindible para sacarse el visado iraní contar con un seguro de viaje potente que engloble a este país (Seguro de viajes IATI con 5% de descuento para lectores de El rincón de Sele, pincha sobre el enlace para obtener dicha rebaja).

– Las obligaciones en cuanto a vestimenta femenina pasa porque las mujeres lleven cubierto el pelo durante su estancia en Irán. Éste sólo se utiliza en lugares muy sagrados como Mashhad, Qom y en alguno de los mausoleos más importantes. No hace falta comprárselo porque para los escasos casos en que lo necesitaran, prestan esta vestimenta a las entradas de los distintos sitios (que como digo, son mínimos). Igualmente las minifaldas o pantalones cortos dejárselos en casa.

Vestimenta en Irán

– Los hombres deben guardar cierto recato en su vestir, pero se refiere a no llevar pantalones por encima de la rodilla o camisetas de tirantes (no es que te suceda nada pero te mirará todo el mundo). He llegado a leer en foros de internet y guías que no es recomendable llevar manga corta. Para nada esto es así y la mayor parte de los viajeros utilizan camisetas de manga corta en un destino con unos veranos muy calurosos. Tampoco es necesario ir con colores oscuros para pasar desapercibidos. Los iraníes están menos pendientes de los turistas de lo que nos creemos.

Mural de un colegio de Irán

– Tanto en verano como en invierno conviene llevar ropa preparada para pasar tanto frío como calor. El sur y el Golfo Pérsico son muy calurosos durante el día, aunque la noche en los desiertos es fría. El norte es frío y lluvioso, ya que es más montañoso. En este caso la tregua nos la puede dar el verano.
¿CUÁNDO ES MEJOR VIAJAR A IRÁN?

– Los mejores meses para viajar a Irán son octubre, noviembre, abril, mayo y principios de junio. Suficientemente alejados del invierno en unos casos y del verano en otros (el centro y sur del país se vuelven insoportablemente calurosos). Además conviene tener en cuenta festividades como el Now Ruz (Año nuevo persa) o distintas festividades islámicas para no tener problemas en cuanto a alojamiento o transportes. Los iraníes se vuelcan en sus festejos y la ocupación es máxima en todas partes.

Haciendo fotos en Mahan
MUJERES SOLAS EN IRÁN

– Las mujeres solas pueden viajar a Irán sin ningún problema. De hecho se ve a muchas haciéndolo, tanto en grupo como en solitario. (en cuanto a la gente de a pie) de lo que podamos imaginarnos y se ha convertido en algo muy normal (por suerte) que haya chicas viajando solas de forma independiente. De hecho a la hora de relacionarse pueden charlar no sólo con hombres sino con mujeres, algo que es más complicado para los viajeros de género masculino.

Venta de pañuelos en Irán
EL ALOJAMIENTO

Leer apartado de hoteles en Irán de la Guía práctica

– En los hoteles existe la costumbre de regatear, algo que no se puede hacer de forma online. Irán es un país que se abre mucho a la improvisación y no necesitar cerrar todas las reservas de hoteles posibles. De esa forma podremos mirar alternativas in situ (con un taxi como aliado), asegurarnos un váter occidental (y no con agujero) o alojarnos por precios mucho más económicos de lo que reflejan las webs oficiales de los hoteles u hostales y las guías de viaje que hablan de ellos. Mi recomendación es reservar la primera noche a nuestra llegada y el resto hacerlo sobre la marcha salvo cuando vayamos en una festividad importante (Now Ruz, etc…).

Habitación de hotel en Shiraz

– En no pocas ocasiones en los hostales de mochileros más famosos y recomendados por guías de viaje y páginas de comentarios de internet uno se encuentra con que el trato y el servicio deja mucho que desear. Tener publicidad gratuita y aparecer en todas partes suele asegurarles un lleno sin necesidad de llevar a cabo mejoras o una atención más adecuada. Como por ejemplo en los albergues de la cadena Silk Road en los que no es extraño “traspapelen” tu reserva porque ha llegado otra persona antes a la que le han dado tu habitación.

– Irán es un país en el que el Couchsurfing (dormir en casas de gente local) tiene un auge tremendo. Hay couchsurfers casi en cualquier parte deseando ofrecer habitación, sofá o cualquier espacio del que dispongan porque les encanta tener contacto con gente extranjera. Eso supone tener una experiencia con los iraníes y reducir considerablemente los costes durante el viaje, aunque en el caso de llevar una ruta totalmente improvisada y de día a día se hace muy complejo recurrir a este tipo de servicios de internet.
CUESTIONES SOBRE EL DINERO, GASTOS Y PRESUPUESTOS

– La moneda oficial es el rial pero los iraníes siempre hablan de tomanes, que supone dividir entre 10. Si un euro son 40.000 riales, ellos dirán que son 4.000 tomanes (que no existen como moneda). Es decir, dividen entre diez el valor de los riales. En España es como decir que 100 pesetas eran 20 duros. Conviene asegurarse, por tanto, de que nos están dando los precios en riales o tomanes. Si la cantidad es demasiado baja, probablemente hablen de tomanes. Si nos parece demasiado cara, quizás estén refiriéndose a los riales. Preguntar para no equivocarse nunca está de más.

Billete de Irán
– En las transacciones se admiten euros y dólares por igual y hay casas de cambio suficientes para irse haciendo con riales poco a poco. Los hoteles o aeropuertos tienen peor cambio que las Exchange Offices de la calle. Mejor pagar o pedir precios siempre en riales que en moneda extranjera. También está la vía del mercado negro, pero las diferencias no son demasiado grandes y hemos sabido que se suelen colar billetes falsos que pueden hacer que no sea tan buena idea utilizar este recurso.

– La tarjeta de crédito no se usa en Irán y las de bancos extranjeros apenas son admitidas en casos muy concretos en algunos comercios que cuentan con cuentas bancarias fuera del país (y que no están bloqueadas). Los cajeros no funcionan para nuestras tarjetas y no se aceptan en prácticamente el 100% de los hoteles. Es conveniente llevar suficiente dinero (todo) en efectivo.

No se aceptan tarjetas de crédito en Irán

– La fluctuación de la moneda iraní es tremendamente cambiante, sobre todo en los últimos años en los que se ha devaluado considerablemente en comparación con el dólar o el euro (en octubre de 2013 1 € valía 40.000 Riales cuando ha llegado a estar a 15.000). Por tanto, los precios que encontramos en guías de viaje en papel o en red (como los de mi blog sin ir más lejos) pueden no tener absolutamente nada que ver el año siguiente.

– Un presupuesto medio diario muy aceptable en el que no es necesario privarse de nada es de unos 30-40€. Esto incluye la pernoctación en un hotel de categoría media, el transporte, comidas, entradas y gastos menores. Estos costes se pueden disminuir mucho, incluso a la mitad, con la consiguiente reducción de calidad en hoteles (o haciendo couchsurfing), la no utilización de vehículo con conductor o descartando algún monumento que visitar. O incluso viajando en grupo, que suele ser mejor para el bolsillo.

– Las entradas a monumentos y demás lugares turísticos oscila entre los 50.000 y los 150.000 riales como máximo. Cinco veces más de lo que costaba todo antes de 2013 cuando el Gobierno iraní decidió subir los precios a los extranjeros.

Envés de un billete de 1000 riales

– El precio de una botella de agua de 2 litros nunca debería pasar de 10.000 riales (aprox 0,25€). Lo demás siempre será inflarlo de forma artificial.
MEDIOS DE TRANSPORTE

Leer apartado relativo a cómo moverse en Irán incluido en la Guía práctica

– Viajar en autobús es buena manera y, sobre todo, económica de recorrer el país. Hay mucha frecuencia de buses entre destinos y los nocturnos son extraordinarios, mejores incluso que muchos europeos. Los servicios conocidos como VIP permiten ir suficientemente estirados y tienen unos precios muy populares. Por ejemplo, un trayecto nocturno entre Isfahán y Shiraz puede costar aproximadamente 200.000 riales, que son aproximadamente 5 euros. Se pueden adquirir los billetes en las distintas estaciones y si se va ajustado de tiempo, generalmente los hoteles se encargan de la gestión evitando desplazamientos. El único pero de los buses en trayectos largos es que no tienen baño y habrá que adaptarse a las paradas que vayan haciendo. Sin hablar de los muchos controles policiales que uno va pasando en ruta.

Bus en Irán

– Hay mucha cultura de taxi (oficial y extraoficial) en Irán. Sirve tanto para rutas muy cortas como para excursiones de uno o varios días. Utilizar coche con conductor permite acceder a sitios poco conectados con transporte público y hacer una serie de combinaciones en un día que de otra forma no podríamos. Durante este último viaje a Irán hemos llegado a pagar entre 20 y 35 euros por rutas de un día completo. Por supuesto, sale más a cuenta cuantos más pasajeros haya.

– Esto es una norma de oro en muchos países del mundo, pero no por ello es menos importante repetirlo. No subirse a un taxi o aceptar un servicio sin haber acordado el precio con anterioridad. Más vale ser prevenido para evitar casos de malentendidos o reclamaciones que pueden hacernos pasar un mal rato. Una vez se acuerda un precio entre las dos partes no habrá quien rompa el trato. Los persas son gente de palabra que cumplen con lo que prometen.

Foto taxi iraní

– Un trayecto en taxi dentro de una ciudad oscila entre los 20.000 riales si es corto, 50.000 si es medio y 120.000 si es largo (más de media hora). En euros hablamos de 0´50 cts a 3€.

– Los vuelos domésticos son extremadamente baratos y frecuentes entre muchos puntos del país. En octubre de 2013 el precio medio de un trayecto nacional era de 30 euros (gestión y facturación de equipaje incluídos). No hace falta reservar con demasiado tiempo y se puede hacer cómodamente en cualquier agencia de viajes una vez se ha llegado al país. Es muy normal hacer este tipo de reservas con menos de una semana de antelación, incluso de un día para el otro. En festividades importantes tipo Now Ruz o la Asura, es más complicado encontrar asientos disponibles, pero aún así hay mucho margen. Y, además, siempre nos quedará la opción del tren o el autobús, que en Irán no es mala precisamente.

– Pese a que las carreteras de Irán son bastante aceptables (incluso buenas, diría yo) no es lo más recomendable alquilar vehículo.

Tráfico en Irán

– Si hay algún festivo en Irán y uno se encuentra por casualidad en Teherán, que se prepare para salir de cualquier manera salvo por carretera. Los colapsos en/desde la capital iraní equivalen al tráfico generado en una operación salida de 10 Semanas Santas y 10 primeros de agosto en España.
EL TRÁFICO Y EL PEATÓN

– Si hay algo peligroso en Irán es cruzar la calle. El peatón tiene la más baja consideración, no se respetan las señales y el tráfico es caótico. Lo mejor, para ir acostumbrándonos a este ritmo, es cruzar cuando lo hagan otros y ver cómo “por arte de magia” terminamos saliendo indemnes al cambiar de acera.
INTERNET Y LA CENSURA

– Hay wifi en la práctica totalidad de los hoteles de Irán y, casi siempre, gratuito. Si se lleva algo preparado, mejor antes de partir porque en el país la cosa está complicada. Como todo en esta vida, hay soluciones…

-Los iphone y los Androids pueden estar a salvo de los bloqueos descargándose las aplicaciones “Open Door” y “STCNative” respectivamente (funcionamiento comprobado). Al menos cuando fuimos nosotros lo logramos, aunque hicimos un pacto de no utilizar las redes sociales para mantener la pureza del viaje y prescindir de las “ataduras” de Facebook o Twitter. Al menos por unas semanas venía bien desconectar del todo…
COMIDAS Y RESTAURANTES

– Los restaurantes pequeños abiertos en plena calle son una forma económica de probar la gastronomía del país gastándose una media de 2-3€ máximo con bebidas incluídas. Recomiendo las brochetas de pollo con limón (de alitas y muslitos las mejores) para quienes se harten de tanto kebab con arroz insípido que ponen muchas veces en tamaños industriales.

Brochetas de pollo

– Si uno encuentra un buen lugar donde comer, no debe dejarlo escapar. Cabe la posibilidad (para nada desdeñable) de no dar con otro durante todo el viaje. A pesar de que la gastronomía iraní es más variada de lo que nos hacen indicar muchos menús, no es sencillo hallar restaurantes tradicionales (que no son donde llevan las agencias a los turistas) donde preparen platos mínimamente elaborados.

En un restaurante de Irán
COMPRAS

– El mejor lugar para hacer compras en Irán es Isfahán, con un zoco vastísimo de artesanía. El número de tiendas es tan grande que la competencia es máxima y el baile de precios mucho mayor. Algo que en Isfahán cuesta 30 euros es posible encontrárselo en otras ciudades como Shiraz o Yazd por 50 ó 60. Fuera de estas ciudades los zocos tienen muy poco para hacer compras, ya que no se prodigan mucho en incentivar la artesanía local.

Tienda en un bazar de Irán

– El regateo en los comercios es ley, pero los persas no son de dar cantidades estratosféricas para luego rebajar el producto en cuestión a más de la mitad. Piden un precio más alto por norma pero en un porcentaje de un 30% como máximo (muchas veces menos). Será raro que te pidan 100 por algo que vale 50. En realidad lo lógico será que te pidan 70, tú quieras dar 40 y todo se resuelva amistosamente con un intermedio razonable (y a ser posible un té de por medio).
SOBRE DESTINOS, PUNTOS DE PARTIDA Y HUÍDAS NECESARIAS

– Teherán puede ser una buena primera de contacto con el país, pero no es precisamente la ciudad con la que todos soñamos. Muy adecuada como base, principio y/o final de un viaje, ya que dispone de transportes a todo Irán y un importante aeropuerto internacional (además de otro secundario como el Mehrabad). Una huida a tiempo es una victoria y nos aseguramos no tenerle manía cuando volvamos a casa de nuestro viaje.

– Viajar Irán por primera vez sin visitar Isfahán, Shiraz, Persépolis y Yazd será como si no hubiésemos estado en el país. Es la ruta dorada para travesías no demasiado largas y unas bases excelentes para explorar distintas provincias. Nunca deberían faltar en nuestro itinerario por Persia.

Mezquita en Shiraz (Irán)

– Por otro lado Irán no sólo es Isfahán, Shiraz, Persépolis y Yadz. No nos dejemos llevar únicamente con las caras más conocidas del país y perdámonos por pueblos como Abyaneh, Kharanaq, Meybod, Rayan, en la vieja Qazvin o en las ruinas aqueménidas como las de Naqs-e Rostam, no tan publicitadas pero que son una auténtica maravilla. Siempre recomiendo salirse de los caminos marcados para explorar lo que no nos cuentan muchas veces. En Irán esta es una impronta necesaria para disfrutar de un viaje lo más completo posible. Por cierto, tened muy en cuenta un nombre del que apenas se habla y que nunca os defraudará… KALUTS.

Visitando un caravasar en Irán

– Por muchas veces que se escuche que Bam no merece la pena después del terremoto haced caso omiso a dichas palabras. Si en vez de un terremoto lo hubiesen asolado las hordas mongolas hace 800 años diríamos que es una absoluta maravilla incluso como está ahora. No decepciona en absoluto. Recomiendo ir a Bam sin ninguna duda, y más después de 10 años de minuciosos trabajos de restauración. ¡Bam sigue viva! ; Fotografías una década después del terremoto de Bam.
LUGARES SAGRADOS: DISCRECCIÓN ANTE TODO

– Los lugares más sagrados son, por este orden, el Mausoleo de Imán Reza de Mashhad, el Mausoleo de Fátima en Qom y el Shāh Chérāgh de Shiraz. Según las guías los no musulmanes no pueden pasar dentro salvo a ciertas zonas y está prohibido realizar fotografías. Esto conviene matizarlo. Si uno va de forma individual (nunca en grupos) se puede entrar hasta los lugares más sagrados, siempre guardando el decoro, el respeto y la máxima discrección. Es entendible que no quieran que se forme un circo turístico en los lugares más venerados. En cuanto a las fotos, hay que dejar las cámaras en el hotel o en una consigna a la entrada porque no podremos entrar con ellos bajo ningún concepto, pero los móviles se aceptan en todos los casos. Son los propios peregrinos quienes los usan como cámara improvisada con toda la normalidad del mundo, por lo que con estos dispositivos (y repito, con discrección) se puede tomar alguna instantánea de estos lugares sagrados.

En Mashhad (Irán)
¿HACEN FALTA VACUNAS PARA VIAJAR A IRÁN?

Vacunas en Irán

– Para viajar a Irán no existe ninguna vacuna obligatoria y recomendadas son las mismas que deberíamos tener puestas de siempre (Hepatitis A + B, Tétanos, etc…). Generalmente la gente no se vacuna para ir a Irán, ya que cuenta con un tipo de clima muy alejado del tropical y sus mosquitos tienen un poco menos de mala leche. El tema de vacunas siempre va con cada uno y lo mejor, nos digan lo que nos digan, es consultar bien a un médico o leer las recomendaciones que nos ofrezca el Ministerio de Sanidad de nuestro país.

INFORMACIÓN PARA PERSONAS DISCAPACITADAS

– Las facilidades para discapacitados en Irán, aunque mayores que en otros países de Oriente Medio, son realmente escasas. Las calles no están preparadas para las sillas de ruedas, no existe el Braille para las personas con alguna enfermedad en la vista y, sinceramente, puede ser un destino incómodo para viajeros con algún tipo de discapacidad.

GUÍAS CON RENOMBRE QUE NO DAN UNA

– Olvidaros de la Guía Lonely Planet de Irán, que es simplemente orientativa pero muy poco certera. Falla mucho en los precios (pero mucho), habla de lugares cerrados hace años, las escalas de los mapas son un absoluto desastre y, más que ayudar, puede llegar a confundirnos y a hacernos perder el tiempo.
POPURRÍ DE CONSEJOS MUY A TENER EN CUENTA

– La mejor hora para visitar Persépolis es al atardecer. Si cierran a las 17:30 aproximadamente lo mejor es estar un mínimo de tres horas antes. La luz juega a nuestro favor y el sol se pone sobre la Puerta de las Naciones ofreciendo una imagen absolutamente asombrosa.

Atardecer en Persépolis

– No dejar de buscar nunca los tejados de las ciudades. Muchas veces hay escaleras en las galerías de los bazares. Lo mejor es preguntar si se puede subir y la respuesta será casi siempre afirmativa. Es una manera muy romántica de disfrutar de los cielos de ciudades con miles de años (leer Como dos gatos persas sobre los tejados de Yazd).

Yazd (Irán)

– Tener en cuenta que existe la costumbre de cerrar los comercios y establecimientos de todo tipo (incluso de venta de comida) entre las 14:00 y las 16:00 horas (Muchas veces incluso hasta las 17:00 h). Son buenas horas para darse un respiro, sobre todo si el calor aprieta y no nos sobra la energía. Tanto por la mañana temprano como al final de la tarde la vida en las calles es máxima.

– El viernes es el día sagrado para los musulmanes y en Irán esto se lleva bastante a rajatabla. Ese día es perfecto para visitar monumentos o hacer excursiones a ruinas (que no cierran) o pueblos pequeños porque la ciudad, con el alma de los bazares y zocos, se apaga hasta que se oculte el Sol.

Cúpula en Irán

– Un transeúnte local puede ser nuestro mejor aliado durante nuestro viaje. La gente ayuda desinteresadamente siempre que puede por lo que si hay que preguntar algo no dudar en dirigirse a ellos en todo momento. La respuesta suele ser máxima, y es que la hospitalidad es la razón de ser de los iraníes.

En un bazar de Irán

– Aprender palabras básicas en farsi allana el camino y rompe murallas hasta con los persas más tímidos. No hace falta recitarse los poemas de Hafez de memoria pero sí contar con los recursos como Salam (Hola) o Che tori (¿Qué tal? o ¿Cómo estás?). Sin olvidar el todo bien (Jubam o también Jubi), gracias (mamnun, aunque también dicen mucho el merci francés), adiós (Khoda Hafez). Sencillamente les encanta que un extranjero se haya molestado en aprenderse esas pocas palabras. Son consciente de que el farsi no es un juego de niños y aprecian el gesto muchísimo. Por cierto, las letras Kh se pronuncian como jota.

Mujer de Meymand (Irán)

– En Irán los cuartos de baño suelen tener inodoros “a la turca”, es decir, de agujero. En la calle es inevitable encontrárselos pero en cuanto a los hoteles suele haber una presencia mixta de váteres occidentales y tradicionales. Antes de reservar alojamiento no está de más saber si tienen habitaciones con un formato u otro. Por cierto, llevar una reserva de papel higiénico, por si acaso. En los WC públicos (y muchos privados) ni está ni se le espera. En este país la moda es utilizar el agua para limpiarse.

Baño típico iraní

– No confundir (y menos delante de la gente) a los persas con los árabes. Les da una rabia tremenda. Y es que la identidad persa no hay quien la toque un pelo.

– Los enchufes son de tipo europeo (que no inglés) y la corriente es de 220 voltios. No hay que llevarse adaptadores, pero dado que en las habitaciones de hotel no sobran precisamente los enchufes, no está de más llevar un ladrón o regleta para poder cargar ordenadores, cámaras, móviles, etc… durante nuestra estancia.

ES IMPORTANTE VIAJAR CON UN SEGURO QUE ABARQUE IRÁN

– Viajar con seguro es esencial para estar protegidos de posibles problemas, sobre todo médicos, y requerimos uno que tenga buena cobertura, no te dejen tirado a la mínima y adelanten el dinero. En el caso de Irán además de aconsejable es OBLIGATORIO VIAJAR CON SEGURO, ya que se tiene que justificar en el momento en el que se solicita el visado de entrada al país. En mi caso siempre utilizo el Seguro de Viajes de IATI, que ofrece una cobertura muy superior a la media, la atención es personalizada, abarca Irán y, particularmente, creo que es el modelo más redondo de todos los que me he topado hasta ahora. Contrata el Seguro de viajes de IATI con un 5% de descuento a los lectores del rincón de Sele (si pinchas en el enlace el descuento aparece aplicado)
Y EL CONSEJO MÁS IMPORTANTE DE TODOS

– Por último como comodín (porque ya pasaríamos al número 51) un consejo que engloba varios: Fuera prejuicios o meter a todo el mundo en un mismo saco, abrir la mente, mezclarse con la gente, leer mucho sobre el país para comprender su historia antigua y reciente, improvisar, improvisar e improvisar, olvidarse de las guías (incluso de ésta) para fiarse únicamente del instinto y las buenas personas. Pero sobre todo, no tener miedo.

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